Categoría: Actualidad

La filósofa española Elsa Punset dice que sólo podremos manejar nuestras emociones si entendemos que hay que alimentarlas, desarrollarlas y cuidarlas como se cuida y alimenta al cuerpo …

 

¿Qué significa gestionar las emociones?

Mi trabajo está basado en la inteligencia emocional. Ésa es la corriente en la que me inscribo dentro del universo de la psicología. La inteligencia emocional parte de la certeza –certeza científica– de que las personas son capaces de manejar sus emociones. Las emociones no son innatas ni es algo que nos ocurre a pesar nuestro. Hay que tener en cuenta que, hasta hace poco tiempo, se suponía que nuestro cerebro era una estructura inmutable a partir de cierta edad. Pero ahora –gracias a una serie de nuevos estudios sobre plasticidad cerebral– sabemos que tenemos la posibilidad de gestionar las emociones y de tener un impacto fisiológico sobre las estructuras del cerebro a cualquier edad.

¿Cómo se traduce esa evolución en nuestra vida diaria?

Le devuelve a la gente muchísima capacidad de decisión y de libertad en sus vidas. La inteligencia emocional nos enseña cómo ser dueños y no rehenes de nuestras emociones.

¿Esto se aprende?

¡Claro que se aprende! Y cuanto antes mejor.

¿Cómo se logra?

Hay cuatro grandes ámbitos de trabajo. El primero es que se conozcan por dentro y pongan nombre a las emociones que sienten; el segundo es que sepan expresar esas emociones; el tercero, que desarrollen sus capacidades de empatía para comprender las emociones de los demás. Los seres humanos nacemos con esta capacidad extraordinaria de ponernos en el lugar del otro, no sólo intelectualmente, sino también físicamente. La empatía se mide en forma física. Por último tratamos de enseñar a los niños a relacionarse con los demás, a expresarse, a tomar decisiones en forma responsable, a expresar la ira… En una palabra, a navegar por sus emociones en forma deliberada y consciente.

¿Por qué enseñar esos métodos que, en principio, son innatos?

Porque poco a poco hemos perdido este lenguaje universal y básico que son las emociones. Durante mucho tiempo se pensó que todos no teníamos las mismas emociones. Ahora sabemos que sí las tenemos, pero que la forma de expresarlas es diferente. Es el único lenguaje universal y básico que posee el ser humano. No nos enseñaban a hablarlo ni a averiguar qué nos pasaba por dentro. El gran cambio del siglo XXI va a ser comprender qué nos pasa por dentro y aprender a manejarlo. Las emociones siempre han sido un agujero negro en el que la ciencia no ha podido entrar, la gente se ha guiado por el sentido común y ahora sabemos que el sentido común se puede equivocar.

¿Esto marca un cambio radical con respecto a la educación, que estaba dirigida –por decirlo simplemente– a la esfera cerebral?

Estaba dirigida al conocimiento; la esfera cerebral es todo. Otro de los grandes errores, hasta ahora, era pensar que emoción y razón eran antagónicos. Sin embargo, el órgano de las emociones es el cerebro. El ser humano tiene un cerebro emocional. Se trata de reconocer que no se puede educar sólo una parte del cerebro. Aprender a comportarse, a comprender y a sentir las emociones positivas, y rechazar las negativas puede cambiar físicamente la estructura del cerebro.

¿Por qué la escuela nunca se ocupó de esa enseñanza?

La escuela se inventó en la Revolución Industrial para enseñar a la gente a leer y escribir a fin de integrarla a un sistema social de producción y consumo. Ese mundo ya no es el que tenemos en la actualidad. Ahora, además de enseñarle las letras y los números, se trata de alfabetizarla emocionalmente. Muchos países occidentales están reconsiderando los sistemas educativos vigentes y han puesto en marcha programas para llevar a cabo ese cambio. Algunos van más rápido que otros, pero todos son conscientes de la importancia que tiene aprender a conocerse a uno mismo.

Usted dice que hay que aprender a gestionar las emociones negativas. ¿La gente temía a esas emociones o era incapaz de manejarlas?

Ha sido un error dividir las emociones en positivas y negativas. Es un gran revelador de cómo reaccionamos frente a las emociones. Las emociones no son positivas ni negativas: son útiles o son perjudiciales. Tenemos que empezar a designar esas categorías de la manera correcta. La ira puede ser el germen de la justicia social y la tristeza es una emoción por la que transitamos todos de forma regular. Aun los más felices de nosotros atravesamos procesos de tristeza porque se nos muere un abuelo o porque debemos cambiar de ciudad y perdemos a los amigos.

¿Por qué la gente rehúye o estigmatiza la tristeza?

Solemos huir de la tristeza y, sin embargo, gracias a ella sabemos que algo va mal. No podemos tolerarla porque vivimos en una sociedad que realmente hace un culto de la distracción. Es un poco la sociedad de la “emoción basura”, de la emoción de consumo rápido. Para comprender la importancia de este fenómeno, hay que saber cómo funciona el cerebro: si uno bombardea el cerebro con emociones fáciles que activan los centros del placer, esto se vuelve adictivo. Los seres humanos tenemos un cerebro adictivo: cada vez necesitamos más de lo mismo para sentir el mismo nivel de placer. Se ha querido negar que hay emociones que forman parte de nuestro ser y se ha querido potenciar otras emociones fáciles, llamativas, que activaban todos estos centros de placer del cerebro y que inducen a un consumo emocional desaforado.

¿Cuáles son las manifestaciones más visibles de ese fenómeno?

Las cifras de enfermedad mental, que son cada día más preocupantes. La Organización Mundial de la Salud (OMS), el Ministerio de Salud en España y todos los organismos internacionales están advirtiendo que en 2020 va a haber un 20% de la población con enfermedades mentales discapacitantes. Muchas son de origen emocional. Hoy hay muchas personas que se sienten infelices. Hasta ahora creíamos que, si se colmaban las necesidades físicas y materiales, no había nada más que pedir. Por un lado, fue quizás una visión ingenua. Por otra parte, fue interesada. A un mercado de consumo le interesaba que fuera de esa manera, pero los seres humanos no somos así.

¿Cómo es ahora?

El gran cambio consiste en que ahora se admite que las emociones son como el cuerpo, al que es preciso cuidar, desarrollar, atender, comprender y mimar durante toda la vida. Si uno se alimenta de comida basura, si no hace ejercicio, termina con el cuerpo machacado.

¿Lo mismo pasa con las emociones, entonces?

En un mundo en el que la gente vivía menos y con estructuras sociales y religiosas muy fuertes, esas cosas importaban menos. La gente ocupaba el lugar que le decían que debía ocupar y se acababa la cosa. Me infunde mucha esperanza ver que la gente toma su vida en sus manos y sabe que puede cambiar a cualquier edad. Para transformar, sólo es necesario comprender. Hay formas de comprender que son mucho más sencillas de lo que nos habían dicho. No vivimos negados para la eternidad. Si uno cambia su comportamiento, es posible modificar hasta las estructuras físicas del cerebro. Trabajar sobre uno mismo tiene un impacto muy fuerte. Cada uno tiene que encontrar su camino. Es sano que la gente pida ayuda.

Usted cita el caso de una científica india que se asombraba por la capacidad occidental de “cauterizar” la vida y vaciarla de contenido.

Una pedagoga india me dijo en un momento que “a los occidentales los entierran a los 80 años, pero se mueren a los 20”. La frase es muy dura, pero tiene algo de razón porque creíamos que el cerebro dejaba de cambiar a partir de los 20 años, que era el final del desarrollo cerebral.

¿No es verdad que en las sociedades modernas la gente está anestesiada a partir de cierta edad?

Éste es un tema que me disgusta, pues existe una verdadera discriminación por la edad. El cerebro funciona sobre la base de una serie de reacciones automáticas. No está programado para ser feliz, sino para sobrevivir. Una de sus mayores preocupaciones es encontrar seguridad. Entonces, para sentirse seguro en un mundo muy inseguro y fluido, opta por dividir el mundo en forma binaria: “buenos” y “malos”, “propio” y “ajeno”, “amistoso” y “peligroso”, etcétera. Luego tenemos mecanismos de autojustificación que nos permiten maltratar a determinados grupos. Uno de los elementos que utilizamos para dividir en “buenos” y “malos” es la edad. Me asombra la importancia que le atribuye esta sociedad a la edad y la forma en que se la utiliza como arma para decirle a la gente cómo debe vivir y hasta donde puede llegar en función de su edad.

Antes se hacía en función del género.

Eso, afortunadamente, está desapareciendo, según los países, pero ahora se hace en función de la edad. Jubilamos a la gente en forma cada vez más prematura. En una sociedad que consume emociones primitivas, instintivas y poco elaboradas, se prima la belleza física, la fertilidad, la juventud, pero sin pensar qué valor está añadiendo esa juventud.

Usted dice que es preciso no sólo recuperar las emociones, sino también la razón.

Sí. Una civilización más avanzada es la que consigue la simbiosis entre razón y emoción, y la que aprende a gestionar la emoción. Nunca se dice –pero es fundamental– que evolutivamente, así como ha crecido la parte más racional del cerebro, también creció la parte emocional de los humanos. Ambas están totalmente unidas. Ahora tenemos que aprender a bucear en el cerebro para descubrir qué hay en esa caja negra. Nuestra misión se reduce, acaso, a enseñar a las personas a saber manejar ese tesoro que tienen adentro.

 

Entrevista tomada de www.sophiaonline.com.ar

 

 

 

A una pareja adecuada se llega luego de haber recorrido un camino. Cada paso de ese camino deja una enseñanza, un peldaño indispensable para llegar al final de la escalera. Así, cada relación, por más inadecuada que nos parezca, aumenta nuestro saber. Si aceptamos los distintos aprendizajes como una travesía necesaria llegaremos al punto donde nuestro corazón y nuestra cabeza se unen en la elección de lo que realmente necesitamos. Dejemos que este testimonio nos ayude a entender de que estamos hablando:

«Me llamo Claudia, me casé a los veinte años formando la “pareja perfecta”, sobre todo desde la mirada de nuestras familias: Yo, una estudiante de Diseño del Paisaje, bonita, sin relaciones amorosas importantes hasta el momento, ni siquiera había tenido mi primera relación sexual. Ricardo un brillante médico recién recibido, con familia de buena posición ycon todo el porvenir por delante. Desde el comienzo rebalsábamos de proyectos: Viajes, automóviles, una casa, etc. Al poco tiempo me había transformado de la desorganizada Claudia que era, en la ejecutora de todos los proyectos al punto de dirigir personalmente con acierto hasta la construcción de nuestra casa. Jamás hubiera pensado que podía moverme tan diestramente. La situación me encandilaba. Sin embargo, “la sombra” aparecía en los momentos de intimidad. Cuando la excitación de los proyectos cesaba y simplemente nos tocaba estar juntos, alma con alma, sin hacer nada, aparecía un velo de aburrimiento donde el punto máximo se expresaba en mi dificultad para gozar en las relaciones sexuales. Este velo se fue transformando en una densa niebla y cuando comenzaron los reproches, se hizo evidente la oculta distancia que había entre nosotros. Todos los proyectos que nos entusiasmaban se fueron transformando en una cáscara vacía y los conflictos no tardaron en corroer la relación. Mi entusiasmo cesó por completo, no conseguía sentirme atraída por Ricardo y cuando nos separamos creía ser sexualmente frígida. En medio de mi sufrimiento y con la idea, no voy a poder sentir, casi casualmente conocí a Eduardo. La atracción física fue sorprendente e inexplicable, sobre todo para mí que finalmente descubrí lo que significaba disfrutar sexualmente. La idea que no podía sentir voló en mil pedazos.

Para mi sorpresa aparece el compromiso mutuo, una buena sexualidad, y una confianza interna que Ricardo no había conseguido despertar en mí. Eduardo estaba permanentemente pendiente de cada necesidad mía. Sentía que la sangre me hervía. Sin embargo “la sombra” reinaba nuevamente: Él era casado. Con el tiempo esta relación pasó de apasionada a tumultuosa. La posesividad de Eduardo, que al principio me gustaba, con el tiempo comenzó a ahogarme. Por otro lado él soportaba cada vez menos la separación de su estructura familiar. En ese momento procuré una ayuda terapéutica, desesperada por la noticia reciente que él visitaba en secreto a su ex esposa. Cuando la situación mostró que Eduardo no daría el paso hacia la consolidación de nuestra pareja, mi terapeuta me ayudó a terminar la relación. Dolorosamente me retiré con una nueva idea: no voy a poder volver a confiar. A los treinta años me rondaba la sensación que el amor no era para mí y me dediqué de lleno a mi profesión al punto de convertirme en una paisajista requerida para el diseño de todos los espacios verdes importantes.

Entregada a mi trabajo y a la feliz relación con mis sobrinos, solo tenía las relaciones ocasionales que mi cerrado corazón me permitía. Un día me encuentro con Fernando, un viejo amigo de mis primeros años de escuela secundaria. Tras los recuerdos obligados Fernando me cuenta sus desencuentros amorosos ya que había pasado por varias rupturas para encontrarse finalmente divorciado y con un hijo de seis años. No puedo explicar lo que pasó, no fue un amor súbito, quizás fueron nuestros dolores los que nos unieron, pero lo cierto es que el amor fue creciendo. Hoy estoy feliz, embarazada y fuertemente unida a Fernando. Hasta que el amor con Fernando floreciera, tenía la sensación de haber sido una víctima de mis parejas. Con Ricardo fue, “no soy capaz de sentir la pasión”, con Eduardo se convirtió en “solo me deja el lugar de amante y luego me traiciona”. De no haber mediado la amistad previa con Fernando y su amoroso trabajo por reabrirme al amor la amargura me hubiera tomado totalmente y el amor no hubiera llegado. Hoy, desde mi felicidad, descubro la cara ignorada de mis relaciones anteriores, descubro que no estuvieron hechas únicamente de desencuentros y amarguras, sino que fueron los peldaños que me prepararon para mi actual pareja. Por eso finalmente puedo reconocer y lamentar los desencuentros y agradecer lo que cada uno me dejó.

Así descubrí que en la relación con Ricardo aprendí a organizarme, tanto en mi trabajo como en mi casa y llevar una vida de familia que jamás había experimentado en mi infancia. Eduardo me ayudó a liberarme del fantasma de mi sexualidad “inadecuada” . Cuando estaba junto a él, piel con piel, sentía que “chocaban los planetas”, pero también había disfrutado con Ricardo de la sensación de hogar y familia que con Eduardo no pudo ser. Finalmente llegó a mi vida Fernando, ambos sabemos lo que necesitamos, somos capaces de dejar el mundo externo fuera de nuestro dormitorio y permitir que ambos cuerpos se vayan encontrando. De la misma manera, trabajamos cotidianamente para hacer crecer nuestro pequeño mundo y para enfrentar ese mundo externo que cada día nos presenta».

No hay mapas para ir al encuentro del amor. Elegí el testimonio de esta paciente porque revela algunos “ingredientes” sin los cuales se hace difícil una relación duradera. Por un lado necesitamos indispensablemente que el otro despierte lo que llamamos el amor incondicional. El amor incondicional está presente en el encuentro de almas, la atracción, las ganas de estar juntos. No se puede explicar, es ese bienestar, esa alegría del corazón que sentimos por el sólo hecho que el otro esté cerca. Cuando esa llama arde nos sentimos en las nubes.Sin embargo no somos puro corazón, no siempre podemos estar en las nubes, también vivimos en forma terrenal, tenemos necesidades, gustos, cautelas y preocupaciones que influyen en la relación, o sea que también necesitamos que el otro encaje en nuestras preferencias. Este aspecto lo denominamos amor condicional, son las condiciones que imponen nuestras necesidades, y resulta difícil ignorarlas por completo. Al respecto alguna vez escuché: Un pez y un pájaro se pueden enamorar, pero ¿donde van a vivir?. Estos dos aspectos del amor, la incondicionalidad con que dos almas se encuentran, y la condicionalidad de nuestros gustos y preferencias necesitan estar presentes para que la pareja dure.

Al elegir una pareja, en primer lugar tenemos que dejar que el corazón, el alma guíe y después la cabeza acompañe porque personalmente pienso que, a menos que se trate de un pez y un pájaro, siempre es posible llegar a encontrar un terreno en común en nuestros gustos, en nuestras condiciones mientras que no es posible “fabricar” amor incondicional, el encuentro de almas sucede o no sucede. No es posible establecer proporciones de uno y otro. Varía de pareja en pareja y de hecho es normal que varíen con el tiempo. Por ejemplo en la primera etapa, cuando novios es un terreno propicio para que se desarrolle el amor incondicional, al casarse es normal estar muy tomados por el proyecto, establecer un hogar, tener hijos, establecerse profesionalmente, entonces el aspecto del amor condicional se agranda: “Estamos remando juntos en el mismo barco”. Aún en ese período no debemos descuidar el cultivo del amor incondicional que habita en cada uno y procurar espacios donde “hacer nada juntos”. Ese amor siempre nos nutre, especialmente una vez establecidos y donde el proyecto en el mundo externo no ocupa tanto lugar.

No es casual que las crisis de pareja aparezcan “justo cuando teníamos todo”. Así sucedió con el caso de nuestro testimonio, la brillantez de la situación con Ricardo encandiló a Claudia, las condiciones, ocuparon todo el espacio de la pareja y tardíamente descubrió que el entusiasmo y el encuentro de almas no eran sinónimos. Cuando todo es lindo y ordenado pero no hay encuentro de almas la vida en pareja se vuelve vacía aburrida. Por otro lado Eduardo despertó la fuente de amor incondicional de Claudia. En su cercanía se sentía apasionada, nutrida, reconocida, todo era más intenso. Sin embargo el amor condicional de Claudia no tenía lugar en la relación, ella quería formar una familia, tener hijos y un hogar. Es preciso tener en claro cuales son las necesidades a las que no estamos dispuestos a renunciar, de lo contrario aunque el otro nos haga sentir “en el cielo” los conflictos “terrenales” terminarán afectando la relación. Cuando apareció Fernando, Claudia conocía muy bien (gracias a sus parejas anteriores) lo que eran los placeres del cielo y los de la tierra, no pensaba encontrar lo que encontró, se acercó sin exigencias, sin expectativas y lo mismo le ocurría a él. Esa no exigencia fue el abono que hizo crecer un amor tan intenso e inesperado.Éste último es un tema que me gustaría resaltar. Circulan tantas recetas de cómo elegir una pareja que terminamos acercándonos al otro con una planilla de requisitos para no equivocarnos y es entonces cuando seguramente nos equivocamos ya que estamos más preocupados por hacerlo encajar en nuestra planilla que por escucharlo y observarlo. Así despertamos en nuestra futura pareja la preocupación por ser el“modelo” en lugar de ser él mismo.

Y como el otro también está con su planilla todo conduce a una funesta consecuencia: No se están viendo. Por eso cuando alguien nos atrae es preciso acercarse sin requisitos ni expectativas como un niño que dice, “Veamos que hay”, dejar que algún tiempo transcurra, observar qué dice nuestro corazón y tan sólo permitir que suceda lo que tiene que suceder en nuestro interior para después escuchar lo que nuestra cabeza tiene para decir.

RECOMENDACIONES PARA EL ARTÍCULO “COMO ELEGIR UNA PAREJA”

*Darse cuenta de los prejuicios con los que nos acercamos al otro. Desde el mas burdo: “Yo no podría ser la pareja de alguien que usa esos zapatos” a otros mucho mas sutiles.
*Revisar la lista de ideas que tenemos. Una paciente me decía: “Yo trato de imaginar cómo quedaría de frac ante el altar”. Nunca terminaremos de conocer al otro pero mucho menos si nos acercamos con ideas, prejuicios, requisitos que nos impiden ver a nuestra pareja tal como es.
*Sólo cuando trabajamos para librarnos de nuestros prejuicios e ideas comenzaremos a ver al otro y a percibir que sucede en nuestro interior dando lugar a que surja el amor incondicional y nuestras almas se encuentren (o no).
*De la misma manera a medida que vamos conviviendo podremos apreciar que sucede con nuestra “vida cotidiana y terrenal”, es decir, la manera en que armonizamos nuestro amor condicional.
*Tener presente que en las relaciones de pareja : “El corazón manda y la cabeza acompaña”
*Descartar todas las recetas acerca de cómo debe ser el hombre o la mujer perfecta.
Descartar aún este artículo si por atender a él te pierdes.

Por Silvia Salinas, en www.silviasalinas.com.ar
 

 

El Estado de Meditación es una capacidad del cuerpo científicamente definible que se caracteriza por:

  • una reducción general del metabolismo,
  • una disminución de la presión sanguínea, del ritmo respiratorio y cardíaco,
  • la emisión de ondas cerebrales más nítidas y más lentas y
  • la generación de sustancias químicas o drogas endógenas como consecuencia de la disminución de la actividad del sistema nervioso simpático y del aumento de la actividad del sistema nervioso parasimpático.

Por lo expresado, consideramos a la meditación como un antídoto ante el estrés (tensión, ansiedad, fobias, etc.).

El organismo entra en un estado de reposo profundo, incluso más que durante el sueño normal. Este reposo del cuerpo otorga una mayor lucidez, la mente se libera de las limitaciones del organismo y queda libre para expandirse hacia nuevos horizontes.

Contrariamente a lo que solemos suponer, la meditación no significa concentrarse o enfocar la atención sobre un problema o conflicto para poder obtener una solución sino que es un estado en que se logran apagar los pensamientos conscientes de manera que podamos percibir fuentes de información más sutiles, es decir, acceder a niveles más profundos de nuestra mente.

Al estado de meditación también se le llama estado alterado de consciencia, estado de trance, estado de no mente, o mente divina. A través de él, muchas personas logran alcanzar una experiencia de lo divino o experiencia de trascendencia.

En http://fundacionsalud.org.ar/meditaciones.php

La teoría de la Espiral del Silencio, tiene sus orígenes en la política y la comunicación. Hace hincapié en el estudio de la opinión pública como una forma de control social en la que los individuos adaptan su comportamiento a las actitudes predominantes sobre lo que es aceptable y lo que no.

Esta teoría plantea fundamentalmente que las personas por temor a ser aisladas por exponer sus verdaderas opiniones, se someten a la opinión mayoritaria. En este marco plantea que la principal fuente de información son los medios de comunicación y estos definirían el clima de opinión sobre los asuntos de que se traten.

Según Noelle-Neumann, un clima de opinión actúa como un fenómeno de contagio ya que la opción mayoritaria se extiende rápidamente por toda la sociedad. En su libro, la autora alemana expone dos ejemplos de climas de opinión. El primero se ubica temporalmente en el año 1965, cuando la Democracia Cristiana ganó las elecciones en el último momento gracias al surgimiento de un nuevo clima de opinión favorable a este partido. En 1972 se invirtió la tendencia. Ganaron los socialdemócratas gracias al clima de opinión favorable creado por la buena acogida de la Ostpolitik de Willy Brandt por parte de la población alemana.

La Espiral del silencio se formula en una época en la que la televisión es ya un relevante medio de comunicación masivo. Por eso, Noelle-Neumann entiende que la televisión fue el medio de comunicación que ayudó a consolidar los climas de opinión. En palabras de la autora: “el resultado es un proceso en espiral que incita a otros individuos a percibir los cambios de opinión y a seguirlos hasta que una opinión se establece como la actitud prevaleciente, mientras que la otra opinión la rechazarán todos, a excepción de los duros de espíritu, que todavía persisten en esa opinión. He propuesto el término espiral del silencio para describir este mecanismo psicológico”.

El fenómeno es calificado de espiral de silencio porque la lógica de fondo que se sostiene es que cuanto más se difunde la versión dominante por los medios, más guardarán silencio las voces individuales contrarias, con lo que se produce un proceso en espiral. Unos conducen a la opinión mayoritaria y otros se silencian.

Parece extraño pensar hoy en un sistema de espiral como se planteaba en esa época. En la actualidad contamos con herramientas que nos permiten, a través de la web 2.0, participar activamente con artículos o comentarios que nos habilitan a expresar nuestras ideas libremente. Pero como no todos los ambitos son iguales, es interesante recordar esta teoría ya que a veces se puede ver reflejada en modelos de empresa.

Creo que de todos modos hay que entender esto desde una perspectiva amplia, sociológica y psicológica a la vez: la opinión pública, como fenómeno de masas, es producto de una identificación colectiva. En otras palabras, el pensamiento “se moldea” desde el otro. O acaso hay algo más cómodo para el ser humano que pensar “parecido a los demás”?

La identificación con las ideas del otro, sencillamente me acerca al otro, me hace simpatizar con él, me genera un sentimiento de pertenencia a su grupo social, hasta me hace sentir reconocido por él.

Entonces … pensar en términos propios de un partido político o de otro será lo que la mayoría de la gente haga por empatía, por identificación, por necesidad de identidad. Si la mayoría piensa de determinada manera, el “instinto” me llevará a adoptar ese pensamiento común.

Pensar diferente no sólo implica animarse a diferenciarse, sino también a correr el riesgo de ser señalado como diferente, con todos los beneficios, pero sobre todo con todos los perjuicios que ello me puede acarrear. Es cierto que hoy en día el pensamiento diverso, heterogéneo, alternativo, está mucho más aceptado socialmente. De hecho, la diversidad de medios de comunicación de que disponemos favorecen esa diversidad en sí misma. Pero no por ser aceptado, el pensamiento diferente deja de tener consecuencias, y no sólo en el plano intelectual … puede tener consecuencias políticas, religiosas, económicas o del tipo de ideología de que se trate.

En las empresas, por ejemplo, el pensar diferente puede implicar desde el hecho de no poder reunirme con mis compañeros para almorzar, -porque cualquier espacio en el que estemos en contacto por algo distinto a la tarea misma, termina en alguna discusión por nuestras ideas enfrentadas-, hasta ser despedido por incurrir en conductas propias de mi forma de pensar, que no son bien vistas dentro de la organización.

En definitiva, la presión que ejerce “el espiral de la opinión pública” es tenaz y casi nunca conciente, persiste aún con la voluntad deliberada de la participación democrática, atrapa y convence, moldea identidades, tanto individuales como organizacionales, y por supuesto, las conduce tanto al éxito como al fracaso …!!!!

 

Recomendado para gente ocupada…
Cada vez más médicos recomiendan la meditación como fórmula para mejorar la salud. Esta técnica milenaria ayuda a reducir el estrés y, con tiempo y paciencia, puede lograr una disminución de la presión sanguínea.
Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Wisconsin, esta técnica produce más anticuerpos (los agentes defensivos de nuestro organismo) que los que se consiguen con la vacuna de la gripe. Además, su práctica activa zonas cerebrales relacionadas con las emociones positivas.

Si Ud. padece de ansiedad, ira, depresion, adicciones,pensamientos en exceso y esta confundido o irritado. Hipertension?, Obesidad?, Gula?, desesperacion? tabaquismo? drogas? alcoholismo?
No espere más, recorra el camino de la meditación..

Generalmente nos aconsejan, nos dicen, nos recomiendan, «mantenga la calma», «todo pasará»..Ud debe cuidarse… «quien no tiene una situacion dificil», «Ud debe bajar de peso, no coma esto y lo otro».»No baje los brazos» etc etc palabras
Es comun recibir este tipo de mensajes….pero nadie nos dice «¿Cómo Hacerlo?»

Si deseas vivir una vida más llena, lo primero que quieres conocer es tu potencial, quien eres de verdad. Meditación es el camino hacia ese saber. Es la metodología de la ciencia de la observación.

La belleza de la ciencia interior es que permite, a quien quiera explorar y experimentar con ella, de hacerlo solo. Esto elimina la dependencia de una autoridad exterior. Elimina la necesidad de ser subsidiario de cualquier organización, y la obligación de aceptar una cierta ideología. Una vez que entiendas los pasos, caminarás tu camino de tu única manera individual.

Muchas de las técnicas de meditación requieren que uno se siente quieto y en silencio. Pero el estrés que hemos acumulado en nuestra mentecuerpo lo hace difícil. Antes de tener la esperanza de entrar en nuestra casa poderosa de conciencia, tenemos que soltar nuestras tensiones. La Meditaciones Activas de Osho™ se han diseñado científicamente para que concientemente expresemos y experimentemos emociones y sentimientos reprimidos, aprender el truco de observar nuestros patrones habituales de una manera nueva.

Hay muchas ideas diferentes aun contradictorias de que es la meditación.
La visión primordial es que el meditador entienda cual es la naturaleza de la mente en vez de pelear con ella.

La mayoría de nosotros estamos dominados la mayor parte del tiempo por nuestros pensamientos y emociones. Esto nos lleva a pensar que somos estos pensamientos y sentimientos. Meditación es el espacio de simplemente ser, sólo experimentando, sin interferencia del cuerpo o de la mente. Es un estado natural que hemos olvidado como conectarnos.

La palabra meditación es también usada para lo que es una técnica de meditar. Los métodos de meditar son técnicas o herramientas para crear un ambiente interno que nos desconecta del cuerpo-mente y uno simplemente es. Si bien, Inicialmente es una ayuda tomar un tiempo para practicar un método de meditación estructurado, hay varias técnicas que se practican en el contexto; una vez al día, de por vida – en el trabajo, en el tiempo libre, solo o en compañía.

Los métodos son necesarios sólo hasta que el espacio de meditación – relajación consciente, el estar centrado – forma parte de uno, como el respirar
Paz de la mente es un término contradictorio. La naturaleza de la mente es ser un comentador crónico. Lo que tu descubres con la meditación es la destreza de tomar distancia entre tu y el comentador, así la mente, que es un circo constante de emociones y pensamientos, no interfiere con tu estado inherente de silencio.

Enfocar, concentrarse o contemplar.


Enfocarse, concentrarse es estrechar la conciencia. Al concentrarte en un solo objeto excluyes todo lo demás. Al contrario, la meditación incluye todo, tu conciencia se expande.  El contemplador se enfoca en un objeto – tal vez un objeto religioso, una fotografía o se inspira en un aforismo. El meditador es simplemente conciente, de nada en particular.

Tomar decisiones.

Una decisión es buena cuando surge de la vida; es mala cuando surge de la cabeza. Y, si viene solo de la cabeza nunca es concluyente:siempre es un conflicto. Las alternativas continúan abiertas y la mente sigue y sigue, de uno a otro lado. Así es como la mente crea conflicto.

El cuerpo siempre está aquí y ahora, la mente no está nunca aquí y ahora, ése es todo el conflicto. Tú respiras aquí y ahora, no puedes respirar lo de mañana y no puedes respirar lo de ayer. Tienes que respirar en este momento, pero puedes pensar en lo de mañana y puedes pensar en lo de ayer
Así que, el cuerpo permanece en el presente y la mente continúa alternando entre el pasado y el futuro, y se da una división entre cuerpo y mente. El cuerpo está en el presente y la mente no está nunca en el presente; nunca se encuentran, nunca coinciden. Y, debido a esta división, surgen la ansiedad, la angustia y la tensión; allí es donde uno se encuentra.Esta tensión es preocupación.

Debido a esos días,surgirá una decisión, cualquiera que sea
Es irrelevante que decisión surge. La cosa más importante es de dónde viene; no lo que es,si no de dónde viene. Si viene de la cabeza creará aflicción.

En cambio, si una decisión proviene de tu totalidad, entonces nunca, nunca te arrepientes por un solo momento. Un hombre que viva en el presente no conoce nada del arrepentimiento; nunca mira hacia atrás, nunca cambia su pasado y sus memorias, nunca prepara su futuro.

Todo mi énfasis lo hago sobre este momento, porque este momento lo contiene todo. ‘Ahora’ es la única realidad, todo lo demás es memoria o imaginación. Incluso el ahora es necesario para que pueda existir como memoria. No existe como pasado; existe como un pensamiento en el presente
Es irrelevante que decisión surge. La cosa más importante es de dónde viene; no lo que es,si no de dónde viene. Si viene de la cabeza creará aflicción.
En cambio, si una decisión proviene de tu totalidad,entonces nunca, nunca te arrepientes por un solo momento. Un hombre que viva en el presente no conoce nada del arrepentimiento; nunca mira hacia atrás, nunca cambia su pasado y sus memorias, nunca prepara su futuro.

La decisión de la cabeza es algo feo. La misma palabra decisión significa ‘de-cisión’; te separa. No es una buena palabra. Te separa de la realidad. La cabeza de separa constantemente de la realidad.

Todo mi énfasis lo hago sobre este momento, porque este momento lo contiene todo. ‘Ahora’ es la única realidad, todo lo demás es memoria o imaginación. Incluso el ahora es necesario para que pueda existir como memoria. No existe como pasado; existe como un pensamiento en el presente.

Lo mismo sucede con el futuro: el futuro no existe como futuro, existe como imaginación en el momento presente. Todo lo que existe, existe en el ahora. Ahora es el único tiempo que hay.
La mente se tiene que traer al presente, porque no existe otro tiempo.

En http://www.alimentacion-sana.com.ar/informaciones/novedades/meditacion.htm

 

«Mente sana y cuerpo sano»

 

En plena era del Panic Attack, avanza la medicina interdisciplinaria: la “psiconeuroinmunoendocrinología”, que trata el impacto en la salud de pensamientos, emociones y sentimientos, hace punta.

 

(Por María Farber, para Clarín.com)

 

Disciplina de nombre larguísimo: psiconeuroinmunoendocrinología. Un mix entre psicología, psiquiatría, neurología, inmunología y endocrinología que, en la era de los Trastornos de Ansiedad, hace punta en algunos hospitales y consultorios de vanguardia.

El viejo postulado “el todo es más que la suma de las partes”, en este caso, hace la gran diferencia. La tendencia a unificar las especialidades que se trataban por separado reformula la dicotomía mente-cuerpo.

“La mente no es otra cosa que la expresión del cerebro, un órgano como cualquier otro, pero tenemos que entender que nuestra conducta y las emociones exceden incluso a lo que llamamos mente.

Respondemos como una totalidad”, asegura Andrea Márquez de López Mato, médica psiquiatra, docente de psiconeuroinmunoendocrinología en la UBA y la Universidad Barceló y directora del Instituto de Psiquiatría Biológica. La mente como resultado de la actividad del cerebro implica la idea de que aquello que pensamos y sentimos produce cambios en el cuerpo. Así es como se comienza a hablar del poder de la mente con rigor científico, del poder de curar y de enfermar.

“El 80 por ciento de la información médica se dedicó a describir cómo el estrés descompagina el cuerpo pero ahora también se estudia cómo inciden los estados de armonía. Prácticas como el yoga, el Tai chi y las técnicas de relajación protegen la salud”, señala Alberto Intebi, docente de Farmacología en la Facultad de Medicina de la UBA y director del Instituto Argentino de Psiconeuroinmunoendocrinología.

Sin embargo, hay que tener cautela cuando se pone la lupa sobre la capacidad de la mente para curar. “Es un arma de doble filo. Hay enfermedades que por mucha buena voluntad que se ponga, siguen su curso, por eso es importante que nadie vaya a creerse autosuficiente y que lo puede todo. La mente ayuda a estar bien, es indiscutible; pero decir que puede curar todo es una barbaridad”, advierte.

Jaime Mogilevsky, decano y director del postgrado de psiconeuroinmunoendocrinología de la Universidad Favaloro, profesor titular consulto de Medicina de la UBA e investigador superior del CONICET, ejemplifica: “Si llega al hospital un señor que dice que le duele el estómago, seguramente será derivado al gastroenterólogo. Eso es un error porque a ese señor le puede doler el estómago porque se peleó con la mujer el día anterior. Al especialista no le alcanza con saber únicamente lo suyo porque, por ejemplo una úlcera, puede ser la manifestación de otro sistema. ¿Por qué psiconeuroinmunoendocrinología y no psiconeurogastroenterología? Porque es el sistema nervioso central el que maneja absolutamente todas las funciones y lo hace a través de hormonas”. La relación mente – cuerpo deja entonces de ser exclusividad del esoterismo y las ciencias alternativas. “Ahora está la base bioquímica de este ida y vuelta”, señala Intebi. “El médico tiene la obligación de entender esta interrelación independientemente de la especialidad a la que se dedique”.

El cambio de paradigma implica un conocimiento profundo del paciente y no solamente de su enfermedad. Para Márquez de López Mato, “en los últimos años se derrotaron dos o tres siglos de medicina súper especializada, producto de una visión unilineal y simplista, en la que el hombre se dividía en órganos para poder ser estudiado. Pero la persona es una sola y es una en todo. Esto representa retomar a la medicina en sus orígenes, aquello de que cuando se enferma un órgano se enferma la persona entera”.

 

Aquel trauma de la infancia.

La frase, diván mediante, es célebre: Doctor, todo comenzó en mi infancia, y según la psiconeuroinmunoendocrinología, también es cierta. “Un trauma en los primeros años de vida puede tener un impacto biológico que se exprese en la adultez”, dice Alberto Intebi.

¿Cómo se explica que aquello que sucedió fuera de nuestro cuerpo haya dejado en realidad una huella que nos marca de por vida y que a la larga, pueda traer consecuencias en nuestra salud? “A veces no es sencillo de entender –dice Márquez López de Mato– pero cuando decimos ´psico´ no nos estamos refiriendo al alma inmortal o al mundo de las ideas de Platón; cuando decimos ´psico´ nos estamos refiriendo a circuitos cerebrales”. Y es en los primeros años de vida cuando se forma la estructura psíquica.

“Supongamos que haya que poner en juego durante la infancia un conjunto de mecanismos de defensa para escapar de un padre violento”, propone Mogilevsky. “Debido al estrés, esa persona seguramente desarrolle un exceso de neurotransmisores exitatorios, en detrimento de los depresores. Y se forma una estructura psíquica de este tipo, que después pasa a la adultez y a la vejez”. ¿La consecuencia? Una vulnerabilidad que a la larga representará una puerta de entrada para la enfermedad.

¿Qué es la Psiconeuroendocrinoinmunología?

La Psiconeuroendocrinoinmunología es considerada por muchos el paradigma de la medicina del futuro. Estudia la relación entre la psiquis, el sistema nervioso, el sistema inmune y el sistema endocrino, y ofrece nuevos abordajes para cambiar la forma en que las personas percibimos el mundo.

Los componentes de la PNEI son los neurotransmisores, las hormonas y las citoquinas que actúan como moléculas mensajeras llevando información entre los sistemas nervioso, endocrino e inmune.

Esta nueva rama de la ciencia nos muestra que la mente o la actividad del cerebro es la primera línea que tiene el cuerpo para defenderse contra la enfermedad, el envejecimiento y la muerte, y alinearse a favor de la salud y el bienestar. Investigaciones recientes dan evidencia incuestionable de las interacciones mente-cerebro-cuerpo; a nivel molecular, celular y del organismo, que pueden impactar sobre la salud y la calidad de vida de los individuos.

El doctor Robert Ader es considerado el padre de la PNEI; en el año 1974 reescribió el mapa biológico del organismo y su descubrimiento -realizado en la Universidad de Rochester- causó un gran impacto cuando demostró que el sistema inmunológico podía condicionarse.

Si se puede condicionar el sistema inmunológico, es porque se encuentra bajo el control del sistema nervioso; y, a su vez, el sistema nervioso está bajo el control de nuestros pensamientos.

El descubrimiento de Ader llevó a la investigación de lo que resulta ser una infinidad de modos en que el sistema nervioso central y el sistema inmunológico se comunican, sendas biológicas que hacen que la mente, las emociones y el cuerpo no estén separados sino íntimamente interrelacionados. El sistema inmunológico es el cerebro del organismo.

Las Moléculas de Emoción:

Se ha demostrado con claridad que existe una conexión entre la mente y el cuerpo, y es la Psiconeuroendocrinoinmunología la que nos proporciona ahora algunas respuestas, ayudándonos a entender mejor cómo se transforman las emociones en sustancias químicas, moléculas de información que influyen en el sistema inmunológico y en otros mecanismos de curación del cuerpo. Algunos de los trabajos más interesantes en este campo se deben a la doctora Candace Pert, Directora del Departamento de Bioquímica Cerebral del Instituto Nacional de Salud Mental de los Estados Unidos. Entre las conclusiones más importantes que se desprenden de su trabajo podemos enunciar:

*Que la mente, las ideas y las emociones afectan a nuestras moléculas, a nuestra salud física, mucho más de lo que se creía. Las emociones son un puente no solo entre la mente y el cuerpo, sino también entre el mundo físico y el espiritual;

*Que todas las moléculas poseen un aspecto vibracional y otro de partícula o fisiológico. Las moléculas de las emociones afectan a todas las células del cuerpo;

*Que esas moléculas y las válvulas del corazón, los esfínteres del aparato digestivo, la propia digestión, está todo regido por las moléculas de emoción que tienen una acción física;

*Que el ser humano es su propio productor de drogas, que sólo tiene que volver a aprender a estimular sus drogas endógenas, según sus propias necesidades y deseos. La gama de drogas endógenas abarca desde estimulantes, antidepresivos, ansiolíticos, analgésicos, etcétera. Por lo tanto, se pueden estimular algunas sustancias específicas con ayuda de ciertos métodos personalizados y a través de estos estímulos es posible modificar el curso de nuestra biología.

Cada uno de nosotros posee su propia farmacopea natural -la más fina droguería disponible al menor costo- para producir todas las drogas que necesitemos a fin de poner en marcha nuestro sistema cuerpo-mente, precisamente de la manera en que fue diseñado para funcionar durante siglos de evolución.

La Plasticidad del Cerebro:

Examinar ideas, creencias y sentimientos resulta una experiencia de cambio de vida. Las neurociencias han dado origen al concepto de neuroplasticidad, que no es otra cosa que la habilidad natural del cerebro para formar nuevas conexiones.

Cada vez que aprendemos y transitamos por experiencias nuevas, cientos de miles de neuronas se reorganizan. La ciencia empieza a entender que, además de permitir que el entorno modere nuestro cerebro, podemos crear conexiones en él, con solo enfocar nuestra atención en un pensamiento.

En cada nueva experiencia, una nueva conexión sináptica se establece en nuestro cerebro con cada sensación, visión o sentimiento nunca antes explorado. Una nueva relación entre dos de las más de cien millones de células cerebrales se establece de manera inevitable, si la experiencia se repite en un lapso relativamente corto, dicha conexión se fortalece; si no lo hace en un largo período, la conexión se debilita o se pierde.

La plasticidad del cerebro o la capacidad de cambiar su forma física constituye una de las propiedades más asombrosas en el campo de la neurobiología.

Las emociones y los recuerdos de las experiencias están codificados en redes neuronales, y las redes neuronales están conectadas al hipotálamo. La buena noticia es que podemos salir de este circuito; todo lo que tenemos que hacer es activar nuevas redes y los químicos comenzarán a fluir internamente logrando el cambio que elegimos realizar.

Todo cuanto sentimos y pensamos es el resultado de complejos procesos neurobioquímicos; esto es indiscutible, los procesos emocionales al igual que los cognitivos pueden explicarse por el funcionamiento de hormonas y neuronas.

Muchos científicos han llegado a observar que son las emociones las que unen la mente y el cuerpo. Esta visión más holística complementa la visión reduccionista, expandiéndola en lugar de reemplazarla, y ofrece una nueva manera de pensar acerca de la salud y la enfermedad.

Nuestros genes no están enterrados en nuestra biología a una profundidad remota de nuestra consciencia y preocupaciones cotidianas. Muy por el contrario, nuestros genes se manifiestan en todo momento en respuesta a todo lo que estimula nuestra curiosidad, nuestra sorpresa y fascinación.

Nuestros genes están expresados en el drama continuamente cambiante del fluir de eventos significativos de la vida. Nuestros genes se activan y se desconectan en respuesta a nuestras esperanzas, deseos, fantasías y sueños. Esta capacidad de respuesta es la responsable del hecho de que el determinismo genético, tal vez en poco tiempo, se transforme en un mito.

En www.fundacionsalud.org.ar

 

John Gray nació en Houston, Texas, en 1951. Es un autor estadounidense que trata sobre las relaciones y el crecimiento personal, más conocido por su libro de 1992 «Los hombres son de Marte, las mujeres son de Venus», y otros libros de «psicología pop» que ofrecen asesoramiento.

No tiene formación profesional específica, ni en psicología, ni en sexología, ni en ninguna otra rama del conocimiento humano. No lo traigo entonces, por su aporte profesional al Coaching ni mucho menos a la Psicología. Sólo quiero mostrarles aquí lo fundamental, que juega este autor, en torno a las relaciones interpersonales: la percepción del otro, y cómo ésta construye o «derriba» literalmente, los vínculos humanos.

En suma: de cómo me vea y vea al otro, depende el futuro de posibilidades que pueda tener con él, y depende, fundamentalmente,lo que yo pueda sentir por él, o por ella. Y ésto es algo que John Gray recrea muy bien … delante enconces, pasen y compartamos algunas reflexiones particulares sobre los vínculos de pareja …

«… COMO PUEDE UNO INADVERTIDAMENTE HACER QUE SU PAREJA SE ALEJE:

Sin el conocimiento de lo que resulta importante para el sexo opuesto, hombres y mujeres no se dan cuenta de hasta que punto pueden llegar a lastimar a su pareja.

Podemos ver que tanto los hombres como las mujeres se comunican inadvertidamente en formas que no solo son contraproducentes sino que pueden significar un cambio de rumbo.

Hombres y mujeres hieren mutuamente sus sentimientos cuando no entienden el tipo fundamental de amor que necesitan. Las mujeres no se dan cuenta en general de las formas de comunicación que no sirven de apoyo y que son perjudiciales para el ego masculino. Una mujer puede intentar mostrarse sensible frente a los sentimientos de un hombre, pero debido a que sus necesidades de amor primarias son diferentes alas de ella, no logra anticipar instintivamente las necesidades del hombre.

A través de la comprensión de las necesidades primarias de amor de un hombre, una mujer puede tener mayor conciencia y sensibilidad respecto de las fuentes de descontento masculino. La siguiente es una lista de errores comunes de comunicación que cometen las mujeres con respecto a las necesidades fundamentales de amor del hombre:

Errores de las mujeres:

Por que el no se siente amado:

  1.  Ella trata de mejorar el comportamiento de él o de ayudarlo, ofreciéndole consejos no solicitados.
  2.  No se siente amado porque ella ya no confía en él.
  3.  Trata de cambiar o controlar el comportamiento de su pareja compartiendo sus sentimientos negativos (Es bueno compartir sentimientos pero no cuando se intenta manipular o castigar).
  4.  No se siente amado por ella no lo acepta tal como es.
  5.  No reconoce lo que él hace por ella pero se queja de lo que no ha hecho.
  6.  Siente que ella lo da todo por sentado y no se siente amado porque ella no aprecia lo que él hace.
  7.  Corrige su comportamiento y le dice que hacer como si él fuera un niño.
  8.  No se siente amado porque no se siente admirado.
  9.  Expresa sus sentimientos de perturbación directamente con preguntas retóricas: “¿Cómo pudiste hacer eso?”
  10.  No se siente amado porque piensa que le ha retirado su aprobación. Ya no se siente como el buen muchacho.
  11.  Cuando él toma decisiones o iniciativas, ella lo corrige o lo critica.
  12.  No se siente amado porque ella no lo alienta a hacer cosas por sí solo.

Así como las mujeres cometen errores con facilidad cuando no entienden lo que los hombres necesitan fundamentalmente, los hombres también cometen errores.

Los hombres en general no reconocen las formas de comunicarse que muestran una falta de respeto y de apoyo hacia las mujeres.

Un hombre puede incluso saber que ella se siente desdichada con él, pero salvo que entienda por que ella no se siente amada y que es lo que ella necesita, no podrá cambiar su enfoque.

Mediante la comprensión de las necesidades primarias de la mujer, un hombre puede mostrase más sensible y respetuoso de las necesidades de su mujer.

La siguiente es una lista de errores de comunicación cometidos por los hombres con respecto a las necesidades emocionales primarias de la mujer.

Los errores cometidos por los hombres:

Por que ella no se siente amada:

  1.  Él no escucha, se distrae con facilidad, no hace preguntas que muestren interés o preocupación.
  2. Ella no se siente amada porque él no muestra atención o interés.
  3. Toma los sentimientos de la mujer en forma literal y la corrige. Piensa que ella esta pidiendo soluciones, de manera que ofrece consejos.
  4. No se siente amada porque él no la entiende.
  5.  Escucha pero luego se enoja y le echa la culpa por perturbarlo o deprimirlo.
  6.  No se siente amada porque él no respeta sus sentimientos.
  7.  Minimiza la importancia de los sentimientos o necesidades de su pareja. Considera que los niños o el trabajo son más importantes.
  8.  No se siente amada porque él no se dedica a ella y no la reverencia como algo especial.
  9.  Cuando ella esta perturbada, él explica porque él tiene la razón y por que ella no debería sentirse perturbada.
  10.  No se siente amada porque el no reafirma sus sentimientos, sino que, por el contrario, la hace sentir equivocada y sin apoyo.
  11.  Después de escuchar no dice nada o simplemente se aleja.
  12.  Ella se siente insegura porque no obtiene la tranquilidad que necesita.

CUANDO EL AMOR FRACASA:

El amor a menudo fracasa porque la gente instintivamente da lo que quiere. Por el hecho de que las necesidades primarias de amor de una mujer son recibir atención, comprensión y demás, ella le da automáticamente a su pareja masculina mucho cuidado y comprensión. Para un hombre, ese tipo de cuidado equivale a menudo a sentir que ella no confía en él. Recibir confianza, y no interés, constituye una necesidad fundamental del hombre. Por lo tanto, cuando él no responde en forma positiva a la demostración de interés de su pareja, esta no puede entender porque él no aprecia su apoyo. Él, por supuesto, ofrece su propio tipo de amor, que no es el que ella necesita. De manera que quedan atrapados en un círculo vicioso al no poder satisfacer las necesidades del otro.

Beth se lamentaba diciendo: “No puedo seguir dando sin recibir. Arthur no aprecia lo que le doy. Lo amo, pero él no me ama”.

Arthur se lamentaba diciendo: “Nada de lo que hago es suficientemente bueno. Probé todo pero ella sigue sin amarme. Yo la amo, pero simplemente no funciona”.

Beth y Arthur estuvieron casados durante ocho años. Ambos creían que tenían que rendirse porque no se sentían amados. Irónicamente, los dos afirmaban dar más de lo que recibían. Beth creía que estaba dando más, mientras que Arthur pensaba que estaba dando lo máximo. En verdad, ambos daban, pero ningunos de los dos recibía lo que necesitaba. Se amaban, pero por no entender las necesidades fundamentales de su pareja, al amor no funcionaba bien. Beth daba lo que necesitaba recibir, mientras que Arthur daba lo que él quería. Gradualmente se sintieron agotados. Mucha gente se rinde cuando las relaciones se tornan demasiado difíciles.

Las relaciones se facilitan cuando entendemos cuales son las necesidades fundamentales de nuestra pareja. Sin dar más sino dando lo que se requiere, no nos agotamos. Esta comprensión de los doce tipos diferentes de amor explica finalmente por que fracasan nuestros sinceros intentos de amor. Para satisfacer a su pareja, uno necesita aprender la manera de dar el amor que él o ella fundamentalmente necesita.»

 

¿Cómo se define “calidad de vida” en el trabajo?

¿Se trata de ir a trabajar los viernes con ropa “casual”?

¿Es tener una oficina con vista a la calle? ¿Una silla ergonómica?

En realidad, si bien todos estos factores contribuyen, la calidad de vida es una sensación positiva de la existencia a partir del bienestar, felicidad y satisfacción de una persona. Como todas las sensaciones, es muy subjetiva y se ve directamente influida por la personalidad y el entorno en el que vive y se desarrolla cada uno (según la Organización Mundial de la Salud, además impactan la salud física y psíquica, el nivel de independencia logrado, las relaciones sociales, etc.)

Aunque habitualmente se hablaba de calidad de vida relacionándola con el medio ambiente y el deterioro de las condiciones de la vida urbana, hoy se impone un concepto más integral, en el que se habla del bienestar humano y de la satisfacción personal. Esta se lograría cuando hay una armonía entre la persona y su entorno, y aquí es donde entra la relación que se establece con la empresa. Porque la realidad demostró que lo laboral y lo familiar no son conceptos separados y diferentes, sino dos escenarios que no solo convergen sino que dependen uno del otro, y resultan esenciales para que las personas puedan plantearse una buena calidad de vida integral.

Por eso, uno de los criterios para establecer un proyecto de calidad de vida en la empresa consiste en lograr un balance entre la actividad laboral y la vida privada.

La calidad de vida en el trabajo es una filosofía de gestión que apunta a incrementar la productividad y mejorar la motivación del personal, pero a través de lograr un equilibrio entre la vida personal y la vida laboral (”life balance”), valorando y respetando al empleado, y brindándole oportunidades de desarrollo tanto profesional como en su esfera privada. Esta filosofía se puede traducir, entonces, como una forma de gestión organizacional que apunta a lograr tanto la eficiencia empresarial como el desarrollo personal y laboral del trabajador.

El concepto hoy es que el personal es más eficiente y productivo para la organización, cuando establece relaciones personales estables, maduras y equilibradas; goza de una salud física y mental satisfactoria y tiene una actitud razonable sobre su proyecto de vida. Porque si la empresa colabora en el logro de estas variables, puede obtener a cambio un mayor compromiso con la organización; menor stress y riesgo de accidentes laborales; evolución y desarrollo del personal; alta motivación; menor rotación en el empleo; reducción de la tasa de ausentismo; menos conflictos internos; mayor satisfacción a nivel laboral y en general una mayor eficiencia de toda la organización.

Pero para lograr estos objetivos hay que gestionar los requerimientos de trabajo – incluyendo asuntos urgentes y viajes – para ordenarlos de manera que no invadan los tiempos de descanso o que deben ser dedicados a la familia (o si la invasión es inevitable, que suceda como la excepción a la regla y no como una constante).

Asimismo se apunta a valorizar los espacios dedicados al ocio (dentro y fuera del ambito laboral) como una necesidad vital en los empleados, con la premisa de que pueden contribuir a la armonía de su vida y a su desarrollo en la empresa. Y, en este contexto, cada vez más organizaciones están generando acciones y eventos para los empleados para mejorar su calidad de vida y bienestar: van desde opciones de acercamiento hacia la familia del empleado (con actividades frecuentes para el personal y su familia como paseos especiales; talleres organizados por género, segmento etario o grupo familiar; salidas colectivas; campamentos, talleres recreativos; encuentros deportivos; clases de disciplinas no convencionales; espacios de reflexión) hasta actividades recreativas sólo para los adultos, como equipos de running, clases de comedia musical, de canto, de tango, de fotografía, de pintura, de “comida sana”, charlas con profesionales… , actividades todas que generan un espacio de expresión y bienestar en los participantes.

La variedad de opciones es tan grande como la cultura de la propia organización, y sus posibilidades de brindar al personal un espacio para acercar los dos ámbitos en los que se desarrolla, que hasta hace poco se percibían como muy divergentes: la vida personal y familiar, y el espacio de trabajo. Y si bien es cierto que en muchos casos la implementación de un proyecto de estas características implica costos adicionales para la empresa, estos quedan más que cubiertos por las mejoras que se perciben a nivel organizacional.

Sergio Ventura, en http://blogsdelagente.com/humanos-con-recursos/tag/work-life-balance/

 

Guerra por el talento: ¿cómo retener a los buenos empleados?

 

Desde hace varias décadas, los grandes pensadores del management han insistido acerca de la importancia de la captación y desarrollo del talento para la creación de ventajas competitivas.

En este marco, un artículo de 1998 de la consultora McKinsey se convirtió en un verdadero hito del management de capital humano. La investigación, que incluía una encuesta entre 77 grandes compañías norteamericanas, se proponía indagar hasta qué punto las empresas concebían como prioritaria la captación de talento en el diseño de sus prácticas y procesos.

El artículo se volvió célebre por acuñar un término que ha estado en boca de casi todos los managers en los últimos años: «la guerra por el talento».

En efecto, en la encuesta de 1998, tres de cada cuatro gerentes de Recursos Humanos confesaban enfrentar serios problemas a la hora de captar y retener ejecutivos capaces. Y la situación parecía agravarse…

Según proyecciones demográficas, debido al retiro de los baby-boomers, la cantidad de norteamericanos entre 35 y 44 años decaería en un 15 por ciento entre 2000 y 2015. Para las empresas, esto significaría una mayor presión sobre su capacidad de cubrir posiciones ejecutivas.

El resultado inevitable sería la «guerra por el talento», una despiadada lucha entre las corporaciones más poderosas de los Estados Unidos por contratar a los mejores ejecutivos. Y, en este escenario, los departamentos de recursos humanos se convertirían en piezas centrales de la estrategia corporativa.

En 1998, los investigadores de McKinsey proponían una serie de lineamientos que debían orientar la gestión del capital humano en la nueva economía. Buena parte de la literatura posterior se ha dedicado a profundizar los distintos aspectos de estos consejos que ya se han convertido en «sentido común» del management. Hoy, nueve años después de la propuesta original, veamos algunas de estas prácticas:

1) Las compañías deben construir talento a través de un seguimiento continuo del rendimiento de los ejecutivos en todos los niveles de la organización.

2) Los gerentes de las distintas unidades de negocios deben ser considerados responsables del talento captado y desarrollado. Por ejemplo, la capacidad de reclutar y formar trabajadores debería ser un criterio para decidir el ascenso de un manager.

3) Los gerentes de recursos humanos deben redefinir su rol. Es necesario que se conviertan en consejeros de los jefes de las unidades de negocios en materia de gestión del talento.

4) La clave para captar y retener talento consiste en construir una «marca» para la empresa como buena empleadora. La compañía debe erigir una cultura organizacional que la diferencie del resto.

5) Los sistemas de incentivos deberían personalizarse de acuerdo con las preferencias de cada trabajador. No todos tienen las mismas motivaciones. Algunos sólo lo hacen por el dinero, otros lo hacen porque creen sinceramente en los objetivos de la empresa, otros valoran la flexibilidad horaria. La empresa debe adaptar su oferta de beneficios a las necesidades de cada ejecutivo.

En definitiva, nueve años después de aquella célebre investigación de McKinsey, la guerra por el talento directivo es el escenario que enfrentan muchas empresas. Por lo tanto, no nos sorprende que los buenos ejecutivos tengan, en muchos casos, elevados índices de rotación y vayan cambiando de empresa a medida que surgen propuestas más tentadoras.

En este marco, la investigación de McKinsey buscaba proponer las herramientas necesarias para que usted, gerente de recursos humanos, pudiera captar nuevos ejecutivos, desarrollarlos y retenerlos evitando que se los robe la competencia en un ambiente de tremendas presiones en el mercado laboral ejecutivo.

En http://www.materiabiz.com/mbz/capitalhumano/nota.vsp?nid=32337